home

search

Chapter 1: A Dance of Poison and Silk

  La noche goteaba riqueza y enga?o.

  Cassandra Vale se encontraba en el balcón del opulento Club Nightshade, el lugar de encuentro cndestino más exclusivo de ciudad para aristocracia del crimen. Bajo el, figuras vestidas de seda y sombras se movían como depredadores en una jung artificial; sus voces transmitían promesas y amenazas bajo el pulso de un violín mencólico.

  Bebió un sorbo de vino, impregnado con el veneno justo para matar a un hombre en diez minutos de agonía. Una prueba. Un experimento. Una gota cubrió sus bios, un desafío silencioso para cualquiera lo suficientemente tonto como para besar esa noche.

  Sus mariposas se agitaban en s sombras, invisibles para todos excepto para el. Sus as brilban con un brillo iridiscente, palpitando con una belleza letal. Eran sus armas, sus espías, sus únicas compa?eras verdaderas en un mundo donde el afecto significaba vulnerabilidad.

  Entonces el lo vio.

  Un hombre de pie al otro do de habitación, observándo con una intensidad inquietante. No pertenecía allí: su traje estaba demasiado impecable, su presencia demasiado calcuda. No era un peón en los juegos que se jugaban habitualmente entre estas paredes.

  él era algo más.

  Y por primera vez en mucho tiempo, Cassandra sintió algo peligrosamente cercano a curiosidad.

  Bajó s escaleras con gracia, su vestido, una cascada de seda negra que relucía bajo s lámparas de ara?a. Al pasar entre multitud, se oyeron murmullos, algunos de admiración, otros de miedo.

  El hombre no se movió al acercarse, pero su mirada no vaciló. De cerca, era aún más intrigante: pómulos marcados, una mirada de oro líquido y un aire de desafío que pocos se atrevían a mostrar en su presencia.

  —Me estás mirando —murmuró el, inclinando ligeramente cabeza.

  —Y estás haciendo pruebas —respondió con voz suave, pero con un matiz ilegible—. ?Tienes veneno en los bios?

  Cassandra sonrió, lenta y pausadamente. "?Te gustaría averiguarlo?"

  El desafío pendía como una espada entre ellos. A su alrededor, el Club Nightshade continuaba su farsa de civilidad, pero en ese momento, Cassandra lo supo: había encontrado un oponente contra el que valía pena luchar.

  El juego realmente había comenzado.

Recommended Popular Novels