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Capitulo 3: más allá del mundo

  En el centro de investigación.

  La atmósfera del lugar era densa, cargada con el zumbido casi imperceptible de máquinas en funcionamiento y el parpadeo intermitente de luces azuladas en los paneles de control.

  Las paredes, revestidas de acero y cables de fibra óptica, reflejaban la luz artificial en sombras alargadas que parecían moverse con vida propia.

  Sentado frente a unos monitores, el Dr. Richards trabajaba en silencio, sus ojos escaneando rápidamente líneas de código. El se encontraba reprogramado todos los sistemas de la computadora central mientras accedía, uno tras otro, a los informes de operaciones clasificadas.

  Ya había accedido a los drones de reconocimiento de la instalación y a los planos de toda la base. Había avanzado tanto gracias a que creó un programa que traducía los datos en tiempo Real para agilizar el trabajo.

  Superman por su lado se encuentra investigando los vídeos de seguridad. Buscando cualquier información visual que lo ayudara a descubrir lo que pasó.

  Al hacerlo descubrió que había una distorsión de tiempo en el metraje, de al menos un minuto, cuando la base fue trasladada aquí.

  En los vídeos se podía ver gente del personal actuando de forma normal antes de que estos desaparecieran del lugar, pero había algo que a simple vista era imperceptible. Pasaba demasiado rápido, casi indetectable para el ojo de un humano.

  Pero no para Superman.

  Volvió a rebobinar la imagen en cámara lenta fotograma a fotograma y, hay fue cuando lo vio. Las personas desaparecieron en menos de una centésima de segundo, pero la forma en que lo hicieron fue impactante.

  Clark abrió los ojos con preocupación cuando vio eso. En todas los fotogramas, Los cuerpos no se esfumaron, sino que se desvanecieron en un brillo púrpura, como si una mano invisible los desarmara molécula a molécula.

  —?Descubriste algo?— pregunto Reed, observando la expresión de preocupación en el rostro de Clark.

  No pudo evita notar la mirada de preocupación que tenía Clark en su rostro, pensaba que había algo malo en todo esto.

  Superman se volteó y le respondió lo que había descubierto.

  —Perece ser que este lugar era una base de reconocimiento e investigación de avanzada— habló en un tono serio— Dentro del personal habían militantes de alto rango, que se encontraban a cargo de la recuperación de activos. Aparentemente estaban interesados en encontrar a una especies extraterrestres.

  —ya veo. Eso explica la redacción militar en los informes— comentó Reed comprendiendo ahora lo que decían los datos.

  En los informes que estaba investigando el Dr. Richards explicaban una serie de conflictos y hallazgos referentes a unos seres descritos como “los organismos perfectos”.

  Reed no pudo encontrar nada referente a estos seres más que descripciones y mapeos de su estructura genética muy carentes de información. Todo indicaba que todavía no entraban en contacto con ellos.

  — Pero lo que más me preocupa es esto —comentó Clark, sin cambiar de tono, mientras le mostraba en la pantalla el fotograma de las cámaras de seguridad.

  Reed mostró una expresión seria al detallar las imágenes.

  — Esto te resulta familiar, ?verdad? —preguntó, manteniendo su expresión impasible.

  — Es muy similar a algo que enfrenté antes, y no era nada bueno —respondió Clark, recordando con seriedad una gran adversidad del pasado, donde algo similar ocurrió en su mundo y miles murieron.

  Reed también tuvo ese pensamiento al ver la imagen. El recuerdo de un genocida maniático que hizo desaparecer a la mitad de la vida en el universo cruzó su mente, llevándolo a una profunda reflexión.

  La atmósfera se tornó silenciosa mientras ambos indagaban en sus pensamientos.

  El Dr. Richards decidió romper el silencio.

  — Dime algo, Kal. Tú mencionaste que también provienes de un mundo lleno de héroes como yo, ?no? —preguntó Reed.

  Al intercambiar información sobre sus mundos, se dieron cuenta de que ambos eran muy similares en muchos aspectos, aunque también presentaban grandes diferencias.

  Clark asintió ante la pregunta.

  — ?Cómo son las cosas allí? —insistió Reed, mostrando interés.

  Clark dudó un momento, sin saber exactamente qué quería escuchar.

  — Bueno, en mi mundo, las cosas suelen ir bien la mayor parte del tiempo. Hay muchos héroes que hacen todo lo posible para mantener la paz, incluyéndome. Pero siempre aparece un nuevo conflicto. La paz nunca es eterna, por más que se desee...

  Habló con sinceridad, sintiéndose decaído. Había detenido muchos problemas y derrotado a villanos que amenazaban el mundo, pero la realidad era que los conflictos parecían interminables.

  Reed cerró los ojos en comprensión.

  — Dijiste que en tu mundo, las súper personas son llamadas meta humanos, ?cierto? ?Cómo son vistas por las personas comunes?

  Clark se tomó un tiempo para reflexionar sobre la pregunta.

  — Esa es una pregunta difícil de responder. Muchos meta humanos son vistos como peligrosos debido al da?o que algunos han causado. Sin embargo, otros son considerados héroes que protegen el mundo sin esperar nada a cambio. Pero aun así, hay quienes los odian sin importar lo que hagan…— Clark ofreció su perspectiva.

  La mayoría de los meta humanos usaban sus habilidades para satisfacer sus propios deseos, lo que generaba da?os y conflictos. Pero había quienes utilizaban sus poderes para proteger a otros y eran admirados como salvadores.

  Reed no pudo evitar notar las similitudes entre sus mundos. En su propio mundo, también había personas que usaban sus habilidades para proteger a otros, así como aquellos que se aprovechaban de los más débiles.

  La opinión pública era diversa; había quienes eran odiados a pesar de sus esfuerzos.

  — ?Tienes familia, Dr. Richards? —preguntó Clark con curiosidad al ver lo pensativo que estaba.

  Reed prestó atención a la pregunta y suavizó sus gestos antes de responder.

  — Sí, tengo familia. Una hermosa esposa y dos hijos, un ni?o y una ni?a. También tengo dos compa?eros a quienes considero parte de esa familia —respondió con un tono un poco más animado—. ?Y tú, Kal? ?Tienes a alguien especial esperando tu regreso?

  — Sí, a mi mamá y a mi esposa. Estamos esperando nuestro primer hijo, así que tengo que volver para ese momento —dijo Clark, sonriendo con determinación.

  — Felicidades por eso. Puede que sea difícil al principio, pero ya sabrás cómo manejarlo —lo felicitó Reed, dándole un consejo.

  — Gracias, lo tendré en cuenta...

  En ese momento, un pitido agudo cortó el silencio...

  “Blip, blip, blip" el sonido de una alarma se escuchó por todo el lugar.

  En medio de su charla, uno de los monitores emitió una se?al de alerta. Una de las sondas de reconocimiento que había enviado para mapear el planeta había tenido un encuentro con una de las criaturas que habían llegado al planeta.

  — Parece que este lugar ya no está tan solo como antes —comentó Reed con sarcasmo, observando cómo un gran animal parecido a un oso se movía en la pantalla.

  — Parece que Goku se dio cuenta primero —comentó Clark, después de usar sus sentidos sobrehumanos y no encontrarlo en la instalación.

  Pensó que había ido a investigar sobre ellos.

  Reed también dedujo esto al escuchar a Clark; reconocía que ese hombre era bastante curioso.

  Comenzó a teclear, dando nuevas órdenes a las sondas para buscar cosas fuera de lo común. Se llevó una grata sorpresa que le hizo sonreír al mirar una de las pantallas.

  ---

  En medio de algún bosque.

  Goku, quien investigaba las presencias que habían aparecido por todo el planeta, se topó con una chica joven llamada Elizabeth. Se sintió muy curioso al percibir su ki, que era muy particular.

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  Después de presentarse, él le explicó la situación lo mejor posible.

  Al principio, creyó que pasaría lo mismo que con la chica pelirroja la primera vez que hablaron, pero para su suerte, pudo comunicarse perfectamente.

  Esto se debía al hechizo de comunicación que Rías había puesto en él; aunque dicho hechizo debió perder su efecto después de un tiempo, Goku lo había asimilado perfectamente.

  éL le explicó lo mejor posible, que ya no se encontraba en el mundo que conocía y que ambos habían sido enviados allí sin ninguna razón.

  —Entonces… ?quieres decir que no hay forma de volver? —preguntó la chica, consternada al comprender la explicación de Goku.

  —En pocas palabras, sí... ?pero no tienes que poner esa cara! —respondió Goku, nervioso al ver la expresión complicada de Elizabeth, como si su voluntad estuviera a punto de romperse—. ?Hay unos sujetos trabajando en estos momentos para regresar a nuestros mundos, así que cálmate!

  Habló rápidamente mientras movía las manos, tratando de que la chica no cayera en la desesperación ante la situación en la que se encontraba.

  Elizabeth, con temblorosas manos sobre su pecho, intentó calmarse.

  Había pasado por mucho en las últimas horas: su reino había entrado en conflicto con una raza de demonios que buscaba causar desastre y muerte. Además, había presenciado la muerte de una persona muy cercana y querida para ella a manos de esos mismos demonios.

  Ella no se encontraba en un buen estado emocionalmente y, aunque trató de ser fuerte, ahora se encontraba en este lugar sin razón y sin saber si podría volver con las personas que quería.

  —?Escúchame! Elizabeth, ?no?...No sé si este es un buen momento para ti, pero no dejes que esto te deprima, ?sí? —dijo Goku, tratando de confortarla con un tono animado y una sonrisa confiable.

  Elizabeth bajó un poco la cabeza al oírlo. Esa frase y esa actitud eran algo que seguramente diría esa “persona” en momentos como este.

  Goku, viendo que la chica comenzaba a calmarse, oyó que ella quería decirle algo.

  —D-disculpa, ?s-son Goku? ?Puedo hacerte una pregunta? —preguntó nerviosa, sin levantar la mirada.

  —Si. Si puedo responderla, claro.

  —?De verdad crees que podemos encontrar una forma de volver a nuestros hogares? —la voz de ella reflejaba duda.

  Goku se cruzó de brazos, pensando en cómo responderle.

  —No lo sé. Pero si hay una forma, estoy seguro de que la encontraremos —respondió con sinceridad, manteniendo su actitud despreocupada mientras miraba al cielo.

  Elizabeth parpadeó, sorprendida por la respuesta, y no dijo nada más.

  —Vaya, parece que está por anochecer. Será mejor si vamos con los otros antes de que nos ataquen los animales que acaban de llegar —comentó Goku mientras observaba el atardecer del planeta.

  —?Animales que acaban de llegar? —preguntó Elizabeth, inclinando la cabeza con curiosidad.

  Goku se dio cuenta de que no le había mencionado esa parte.

  —?Ah! Es cierto, como tú también acabas de llegar, no sabes nada de lo que ocurre en el planeta, jajaja.—se rió nervioso, llevándose una mano a la cabeza.

  Elizabeth miró extra?ada a Goku. Su cambio de actitud era tan rápido que era casi imposible descifrar qué tipo de persona era.

  —Ya habrá tiempo para contarte todo con detalles. Toma mi mano, así podré tele transportarnos con los otros —le dijo, extendiendo la mano para usar su técnica.

  Elizabeth dudó un poco, sin saber qué iba a hacer, pero finalmente respondió con un "sí" y tomó su mano.

  Goku llevó su otra mano a la frente y se concentró para buscar las presencias de los demás.

  Sintió que el ki de Superman estaba muy alejado del de Reed y el de Rías.

  Se preguntó que es lo que podría estar haciendo.

  Dejó eso para después y utilizó su técnica para tele transportarse.

  La figura de los dos se desvaneció, dejando atrás un sonido de "shuiin". En menos de un parpadeo, aparecieron en una habitación de las instalaciones, frente a la chica pelirroja.

  —??Q-qué, qué es lo que haces?! —exclamó la Rías, sobresaltada al verlos aparecer de la nada.

  Se asustó un poco por la impresión. Aunque se enorgullecía de cómo podía manejar las situaciones, desde que llegó aquí, no a sabido cómo actuar.

  —Lo siento por asustarte, pero necesitaba sentir una presencia para regresar, y la tuya me pareció la más conveniente —se disculpó Goku.

  Rías entrecerró los ojos, sin comprender a qué se refería con eso. Ya le había explicado cómo funcionaba esa técnica de tele transportación, pero no entendía por qué la necesitaba. Hasta que notó a la persona que lo acompa?aba.

  A simple vista, parecía una chica joven y tímida, pero al sentir su presencia, se quedó muda.

  Ella también podía percibir presencias, al igual que Goku, pero su percepción era algo limitada.

  Al observar a Elizabeth, sintió un escalofrío recorrerle la espalda; era como si ella irradiara luz, una luz que era el enemigo natural para un demonio como ella.

  —?Q-quién es ella? —preguntó, muy nerviosa por la presencia de Elizabeth.

  La chica junto a Goku se quedó en silencio algo confundida, sin comprender lo que Rías había comentado.

  —Ah, ella es Elizabeth y también fue traída aquí como nosotros. Nos acabamos de conocer, de hecho —respondió Goku de manera casual.

  Rías asintió lentamente, con una mirada que pedía más respuestas. Goku, sin prestarle atención, continuó.

  —Ya habrá tiempo para hablar, pero tenemos que reunirnos con los demás primero. Han ocurrido muchas cosas. ?Sabes adónde fue Kal...? —dejó las explicaciones a un lado y le hizo esa pregunta a la chica pelirroja.

  Rías dio una mirada confusa. No sabía que él se había ido del lugar.

  ---

  Afuera de la Base.

  La noche había caído sobre el lugar, y cuatro figuras se encontraban en la oscuridad.

  Goku, acompa?ado de las dos chicas, había salido a buscar al Dr. Richards. Reed se sorprendió al notar que una chica más se unía a ellos.

  Goku explicó cómo había sentido la presencia de los animales que habían aparecido, algo que Reed ya había imaginado. También compartió cómo se encontró con Elizabeth cuando estaba a punto de regresar.

  —He descubierto algunas cosas en el camino y quiero hablarlo con todos —comentó Goku.

  Reed, por su parte, también tenía novedades que compartir.

  —Hablaremos cuando Clark regrese de su misión. él volverá pronto, así que esperemos —dijo Reed, y todos asintieron.

  Después de unos minutos de espera.

  —?Oigan! Algo se está acercando desde el cielo —exclamó Elizabeth, alzando un poco la voz al ver una figura voladora.

  Ella ya podía comunicarse con claridad, gracias al hechizo de Rías, quien le había otorgado ese poder.

  Todos prestaron atención a su advertencia. Goku y Reed reconocieron de inmediato que se trataba de Superman, a diferencia de las dos chicas.

  Una gran sombra se proyectó sobre el suelo, y lo que la causaba flotaba en el cielo.

  Superman descendía, cargando un gran objeto.

  —?Eso es una nave? —preguntó Goku, impresionado al reconocer la forma del objeto.

  —Sí. Los drones que envié a investigar la zona la encontraron. Parece que se estrelló al ser trasladada al planeta. Le pedí a Kal que la trajera —explicó Reed.

  Superman comenzó a descender, colocando la nave frente a ellos. La nave era grande y robusta de unos treinta metros de longitud y, con forma de avión. Era de color verde.

  Las chicas observaban el objeto con asombro. Rías estaba fascinada e incrédula; nunca había imaginado que algo así pudiera existir fuera de las historias de ciencia ficción. Elizabeth, por otro lado, no sabía qué era una nave y su curiosidad aumentaba con solo ver el objeto.

  Superman se acercó después de dejar la nave frente a ellos.

  —Revisé la bitácora y la computadora de vuelo. Todo indica que es una nave de guerra humana —informó Clark a Reed.

  —?Y cómo están sus condiciones? ?El impacto no da?ó los sistemas? —preguntó Reed, observando la nave.

  —Todas las funciones parecen estar bien, pero el impacto da?ó uno de los motores del ala izquierda. Puede que lleve tiempo, pero se puede reparar según la computadora —respondió Clark, analizando el problema.

  Reed asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.

  —bien, dejaremos eso por el momento, tenemos que esclarecer las cosas.

  Goku asintió ante sus palabras.

  ---

  Minutos después.

  Todos se trasladaron a una sala de estrategias. La habitación contaba con una gran mesa en el centro y varias sillas alrededor.

  Goku estaba sentado, comiendo algunos bocadillos que había allí. Rías ocupaba un asiento a la derecha de Goku, observando atentamente a los demás. Elizabeth se sentó a la izquierda de Goku, nerviosa y sintiéndose fuera de lugar.

  Superman y Reed se sentaron frente a ellos, a dos asientos de distancia uno del otro.

  Al estar todos presentes, Reed decidió iniciar la conversación.

  —Bien, Goku, ?qué descubriste? —preguntó Reed en un tono serio.

  Goku escuchó la pregunta y tragó lo que estaba comiendo antes de comenzar a hablar.

  —Cuando llegué aquí, pensé que me habían transportado a otro planeta sin darme cuenta. Yo Intenté usar mi tele transportación para salir del planeta…

  Relató su experiencia mientras los demás lo escuchaban con atención.

  —La cuestión es que para usarla necesito sentir la presencia de otros. Cuando traté de sentir algo, no pude percibir nada…

  —Sí, mencionaste que cuando llegaste no había nadie hasta que apareció la se?orita Rías, ?verdad? —interrumpió Reed, sin saber a dónde quería llegar Goku.

  —Es que… no solo estaba buscando las presencias del planeta. Estaba tratando de percibir la energía de todo el universo.

  La revelación sorprendió a algunos de los presentes y confundió a otros.

  —Espera, ?puedes percibir las presencias de otros a ese nivel? —preguntó Clark, intrigado.

  Goku asintió y continuó.

  —Fue muy extra?o, nunca antes me había ocurrido. Fue angustiante no encontrar a nadie, hasta que percibí a Rías —miró a la chica mencionada—. Después de hablar con ella, volví a buscar por todos lados, pero nada. Hasta que te sentí a ti.

  Terminó dirigiéndose a Reed, quien entrecerró los ojos, comprendiendo hacia dónde quería llegar.

  —Ya entiendo. Quieres decir que han aparecido más personas en todos los planetas cercanos, ?no es así? —comentó Reed, captando la idea.

  Goku asintió, y todos los demás comprendieron la situación.

  —Pero eso no es todo. Intenté ir hacia esas esos lugares con mi tele transportación, pero algo me lo impidió —su tono se tornó serio al pronunciar esas palabras.

  Nunca antes había experimentado algo así; su técnica nunca había fallado de esa manera.

  La curiosidad de los demás aumentó.

  —Espera, dijiste que esa técnica puede llevarte a cualquier lugar sin ninguna restricción ?Por qué no funciona ahora? —preguntó Rías, confundida.

  Goku cerró los ojos mientras respondía.

  —Esta técnica es compleja. La única limitación que tiene es la percepción de quien la realiza. Si no puedo detectar una presencia en el lugar al que quiero ir, no podré trasladarme. Pero esto es diferente; es como si una barrera impidiera que accediera a esos lugares a pesar que pudo sentirlas…

  Tras escuchar esto, surgieron más preguntas.

  Reed comenzó a compartir lo que él y Clark habían descubierto.

  Hablaron sobre cómo las personas de la instalación parecían haber sido desintegradas cuando este lugar apareció, y cómo existía la posibilidad de que un ser incomprensible los hubiera traído aquí desde sus respectivos mundos.

  También plantearon, basándose en los comentarios de Goku, que pronto podrían aparecer más seres de distintas realidades al igual que ellos.

  Goku ya había considerado algo relacionado, pero nunca había imaginado que una entidad pudiera ser responsable de su llegada.

  Rías se sintió conmocionada por la situación; esto superaba su imaginación más desbordante. No podía evitar preguntarse: “?Por qué yo?”.

  Elizabeth, en cambio, se encontraba consternada, incapaz de comprender los términos que estaban utilizando, y permaneció en silencio tratando de procesarlo todo.

  La atmósfera se tornó tensa tras las revelaciones. Reed les dio tiempo para asimilar la información, al igual que Clark.

  —?Qué tienen en mente? —preguntó Goku, rompiendo el silencio.

  Entendía que ellos tenían experiencia en este tipo de situaciones y creía que tenían un plan en mente.

  Reed comenzó a formular un plan de acción.

  —Hay mucho que tenemos que hacer. Pero Lo primero será arreglar la nave para ir a buscar respuestas.

  El plan de Reed era investigar a fondo todo lo posible para encontrar la razón de estar allí.

  Pero para eso, tendrían que salir del planeta para comenzar.

  Quien sabe lo que les depara a este grupo tan diverso, pero es seguro que tendrá que pasar muchas adversidades.

  Continuará

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