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Liviano como pluma, pesado como elefante

  8-)Ahora totalmente rodeado de guardias el volantiano se quita el casco dando a conocer sus marrones ojos y su rostro igual que los de muchos con un cabello negro como las noches sin luna. Sin mucho más que hacer se traqueo los dedos y se puso en posición de defensa. –Protejan a la se?orita Ama... –Dijo uno de los guardias de la nueva tropa pero no pudo terminar la frase ya que antes de hacerlo el volantiano se le había plantado al frente y lo había noqueado o matado de un golpe al caso, los demás que iban con él tampoco corrieron con diferente suerte ya que casi que en el mismo momento acaba con todos pasando de 7 contra 1 a 2 vs 1. Los otros 2 se miraron preguntándose si era el mismo hombre con el que habían peleado y al parecer si pero no lo parecía. Luego de eso en un pesta?eo apareció delante del que tenía el cuchillo el cual puso su arma en medio para evitar que si lo golpeara pero a pesar de su posición casi perfecta de una manera sobrehumana el volantiano levanto un poco su brazo desde un poco más adelante de su hombro para una vez así bajar la mano con fuerza mientras la abria sembrando al del cuchillo al piso mientras el de los guantes en llamas le fue a pegar un pu?etazo en el isquiotibial tras curvarse un poco para aumentar la potencia y evitar da?os pero el extraterrestre tan solo levanto la rodilla resibiendo el golpe así. A pesar de su aparente fuerza perdió el equilibrio empezando a caer hacia atrás cosa que el flamas aprovecho poniéndose recto mientras avanzaba sin mucho movimiento para golpearlo de lleno entre el pecho, el cuello y el hombro, un punto débil del traje pero al momento de acercarse y golpear para dejar al alien en el suelo el volantiano agarro su golpe con su mano izquierda y antes de terminar de caer también el brazo de su contrario con el brazo derecho haciéndolos rotar y cambiar de lugar. Ahora en lugares invertidos el estaba arriba y el flamas había caído fuertemente debajo de su rival, rival que por la forma en la que arrancaba el brazo empezaba a rompérselas y antes de que pudiera hacer algo presionó más hacia el centro de su espalda y atrás terminado de romperselo. Por otro lado el hombre del cuchillo estaba moribundo en el suelo y el volantiano se levanta llendo hasta donde estaba. –Dime como abrir esa jaula ahora. –Solo los jefes y los mandamases tienen acceso a esas puertas. –Le responde el hombre en el suelo con trabajo pero a pesar del dolor de su hombro el Volantiano le quita el casco viendo a un hombre horrible de pelo largo y lacio como hippy el cual tomo y levanto por su pelo. –Si te quieres salvar más te vale decirme dónde –El hombre entre sollozos vio que la mirada del ser no era humana, pero entendía bien la determinación que traía, con unos ojos que le decían que era muy en serio. Por esta razon, quería decirlo pero sabia que no debía así que sobrepuso la OCP antes que su supervivencia y con mucho dolor se negó a responder por lo que el extraterrestre fue a dejarlo también fuera de juego poniendo su pu?o un poco más atrás pero en eso escucha una voz a lo lejos diciendo "vamos, rápido, ya casi salimos" .–En eso a toda velocidad el volantiano suelta al hombre y empieza a correr por los pasillo, iba tan rapido que al doblar debia saltar en diagonal para caer sobre las paredes y seguir corriendo por estas al menos unos pasos para poder volver al suelo y en casi un suspiro llego hasta un montón de hombres que parecían proteger a alguien. En eso con el impulso se llevó a muchos pero uno saco un tridente de 2 filos, uno más adelantado que el otro y con un aro de metal flotando cerca de las puntas la cual al llegar a él, tan solo a 1 m de una chica utilizo para atravesar el pecho del sujeto. El hombre después de encaminar la lanza/tridente hacia adelante se tranquiliza sabiendo que ya no había amenazas pero su sorpresa no se pudo esconder al sentir como su lanza bajaba. Abrió los ojos y vio para adelante, no lo podía creer, la armadura había sido agujereada pero la piel del chico estaba inyecta, aunque siguiera ejerciendo presión y no lo podia creer pues era una lanza sagrada de acero reforzado capaz de desactivar la tecnología de la OCP pero de nada le sirvió. El alien, entonces, con tranquilidad toma la lanza con la mano contraria al pectoral que le intentaron atravesar y el hombre solto la lanza corriendo todo lo rapido que podia. Luego de irse, sin ser perseguido el volantiano se dirige lentamente a la chica para después oír como algunos sacaban cosas de metal al rededor y suspirar. A diferencia de muchos, la chica sabia que era, era una de las anomalias y de hecho una de las más poderosas que han contenido. Sin dar tiempo a nada, desapareció delante de la chica la cual estaba sorprendida y asustada por un segundo para después volver a aparecer prácticamente en un pesta?eo pero con un montón de metal sin forma el cual dejo caer al suelo al lado de la lanza mientras los hombres hacían como si apretaran un gatillo de algo que no estaba. –Tu me suenas, se me hace que eres importante, si me ayudas a abrir una puerta no te haré da?o. –Dijo el volantiano. La chica estaba asustada e incluso pensó en intentar atacarlo pero obviamente no era inteligente y fue así como el hombre tomando a Amalia de la parte trasera de su cuello hizo caminar a Amalia hasta la jaula de Leonardo mientras los demás no hacian nada. Al estar frente a esta jaula, ella se quedó sorprendida, pues el volantiano ahí atrapado era uno de los seres más poderosos que contenían y no tenía ni idea de que relación podría tener con su antiguo mejor amigo. Aún así sintió que no estaba bien, entrar ahí era abrir una caja de recuerdos pero podrida y podía ser que el olor la terminara dejando sin poder respirar. Por su desgracia no tuvo más opción y obedeció abriendo la puerta topandose ambos com Omar el cual estaba estirándose y tan pronto abrieron la puerta salio corriendo rápidamente hasta pasar por el lado del volantiano pero al ver a su mejor amiga se tuvo que detener, pues sus piernas no respobdian bien quedando a su lado. Amalia tenia el corazón a 1000 por hora sin saber que decirle pero este tampoco tenia palabras, ni acciones. Era increíblemente contradictoria, una liga entre ganas de matarla y abrazarla, no sabia que hacer. Ella estaba callada mirando abajo y el mirándola sin expresión alguna. En eso, el volantiano con sus manos rompio las cadenas liberando así al muchacho de su prisión de hierro. En ese momento flotaba, su cuerpo era tan liviano como para cualquiera una pluma pero fue algo a lo que no le pudo prestar atención. En eso unas paredes aparecieron entre Omar, y el volantiano y Amalia. La pared era densa pero Amalia, en un tono de voz bajo ordeno al aire que la eliminaran. Aunque no paso nada el volantiano ya sin paciencia golpeo la pared una y otra vez intentando abrirla y aunque retumbaba, eso era algo que no pasaba. –Olle, has que la bajen ahora mismo. –Reclamo el volantiano a Amalia la cual no sabia que hacer. Se aguantaba la cabeza pero el volantiano la abofeteo para que reaccionara casi quitandole la cara del golpe. Esta reacciono y a pesar del gran dolor con lagrimas en los ojos empezo a caminar. –Sigueme. –Dijo ella, a lo que el volantiano la levanto sobre su hombro. –Dime por donde, no hay tanto tiempo. En eso Amalia, resignada empezo a se?alar mientras que el volantiano corria rapidamente pero a una velocidad lo suficientemente lenta como para que la humana pudiera guiarlo.

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  Por otro lado, en el lado donde estaba Omar guardias empezaron a llegar. Ya no se andaban con juegos, tenian fusiles AR-15. Omar, sin dar tiempo ni que apuntaran corrió hacia uno de ellos preparándose para dar un golpe pero por la diferencia de peso de un solo paso llego hacia el guardia de manera casi instantánea a pesar de los 7 metros que los separaban frenando solo gracias al impacto de su pu?o contra el casco que a su vez choco con la pared. Sus nudillos sonaron con fuerza, pero ya había entrenado mucho para esto y si bien no atraveso el casco el hombre contra la pared si acabo desmayado. Nuestro prota volteo al ver su mano mientras la abria y cerraba con un poco de dolor atónito por su propia velocidad, sabiendo que no sabia controlarla para nada y sintiendo como todo su cuerpo dolia por las cadenas que antes llevaba las cuales dejaron sus músculos deformes. Llegaron 26 guardias más, 26 golpes, 26 desplazamientos. Sus movimientos apenas si eran perceptibles para él mismo y sus nudillos dolian más tras cada golpe al igual que el resto de su cuerpo pero no le quedo de otra que aguantar pues eran muchos y no había ideado aun como salir. Así fue como acabo con todos, dejando un monton de cuerpos en el suelo, 6 siendo derrotados contra paredes y los demas siendo derrotados con golpes secos que los llevaron a volar contra estas desorientando su cerebro por completo. Así fue como les quito los cascos con mucho dolor moviéndose como si estuviera en cámara lenta para que sus movimientos fueran normales, lograndolo y así fue a por uno poniendo una mano en su cuello preparado para amenazar mientras ponía 2 de sus pies sobre el cuello de otros tras quitarle también los cascos. En eso, la puerta se vuelve a abrir y Omar mira preparado para empezar a hablar mientras permanecía con sus piernas tensas porque sabía que no podia controlar su cuerpo totalmente y un mal calculo podria acabar matando a la persona sin querer, pero para su suerte eran el volantiano y la chica. Omar miraba incrédulo, nuevamente se había quedado sin palabras, pero aun así tenia miedo de moverse, era algo muy tedioso. En eso el volantiano camina un poco hacia él mientras dejaba a la chica en el suelo. –Lo siento por no haber podido salvar... –Un silbido en el aire interrumpio sus palabras, un zumbido muy detestable. El volantiano camina hacia él a toda marcha y Leonardo empezo a retroceder pero no era uno solamente, era otro y otro y otro y otro. Una ráfaga de balas fue hacia Omar y si bien las esquivo en el retroceso, el salto atrás que dio moviendo sus piernas a los lados para no acabar con las personas y el retroceso de sus manos termino golpeando su cabeza contra una pared lo que lo dejo inconsciente. –Alto al fuego. –Ordeno Amalia y si bien no era jefa de nada era respetada por lo que los disparos sesan y en eso el volantiano llega hasta el nuchacho y lo toma dejandolo sobre su hombro con la cabeza para atras. Empezo a caminar entonces atras, buscando salir pero Amalia se puso a caminar a su lado. –?Por que vienes? –Pregunto el volantiano agotado mientras que Amalia solo siguio caminando. –Si intentas hacer algo acabare contigo. –En eso Amalia aprieta las manos y susurra. –No le hare nada. –El volantiano, aunque no creyera en totalidad hizo por creerle dejadnola ir con él y gracias a su mera presencia salieron del lugar sin más percances pero din decir una palabra. Mientras caminaba no podia evitar mirar a Leonardo y sentirse culpable y así fue que fueron hasta un hospital cercano. Si bien no eran los individuos más usuales el volantiano no quien ser revisado y pues solo dejaron en observación a Leonardo el cual tenia todos sus músculos atrofiados, el cráneo con grietas y un golpe en el cerebro. Mientras Amalia oia esto sentia que su corazón se desgarraba ya que no iba a sobrevivir y mientras el volantiano observaba el cuerpo que se encontraba luchando por sobrevivir. Pasaban minutos y Amalia le contó todo a al extraterrestre al cual se le vacío la mirada. Aun así Leonardo muerte luchando, no quería morir pero despues, en su cabeza, las voces lo calmaban para que volviera al polvo del que fue creado. –Ooomar. –Leoonardo. –?Que quieren? –Preguntaba Omar a la oscuridad absoluta mientras se sentia adolorido. –Ya no luches más, vuelve con nosotros. –No te queda nada, solo la venganza, no tienes a donde ir ni a donde regresar. –Omar no tenia argumentos contra eso, era verdad, su único productos era vengarse y si bien no quería que todo esto hubiera sido en vano sintió que ya debía tener derecho a descansar. Así fue como después de un rato, Omar aceptó su verdad, no tenia razones para vivir y la vida para el era sólo una tortura rindiéndose así ante los brazos de la muerte.

  Apenas unas horas habían pasado tras eso pero ya sus signos vitales eran nulos. – ?Me ayudas a llevar su cuerpo? –Pregunto Amalia con lágrimas en los ojos a lo que el volantiano asintió levemente sintiéndose un inútil. Ya afuera, van a un crematorio, ambos juntos, dónde mientras esperaban, Amalia hablaba con el cuerpo sin vida el cual fue recostado sobre una mesa. –Lo siento mucho Leo, no debí haber hecho eso, no tenia sentido, lo lamento muchísimo, fuiste mi mejor amigo y la persona más cercana que he tenido. –Ahora volvia a llorar, le toma la mano fría con fuerza y ponia la cara sobre su pecho. –Te voy a extra?ar estúpido, ?Por qué tenías que morir? –En ese momento ya se iban a llevar el cuerpo por lo que antes Amalia le da un último beso en los labios a Leonardo para después dejar que se lo lleven. Desde lejos el volantiano miraba recostado a una pared –Al menos pudo salir del lugar, aunque lastima que no hubiera podido ver el mundo real de nuevo, al menos una última vez. –Pensaba, para luego ser interrumpido por la voz de Amalia una vez ya tenía las cenizas en un jarrón y se lo llevó de ahí. –?A dónde vamos? –A liberar sus cenizas, se las daría a la madre, pero siempre estuvieron peleados e incluso ella lo entrego a cambio de dinero así que no las merece. Además de eso el amigo más cercano que llegó a tener fue José y con los demás perdió total contacto –?Y tú? –No lo merezco –Así caminaron en silencio después de que el alien se cambiara de ropa para pedir un taxi y así dirigirse al prado más cercano donde Amalia abrió la urna y dejo volar las cenizas ce?ías viento. El aire parecía tener tornas grises por las cenizas y con un sonido nudo la urna cae después al suelo. La chica apretó fuerte sus manos tristes y miro al volantiano decidida tras ver esto. –?Me ayudas a acabar con la OCP? –?La que? –La organización que tiene a todos prisioneros. –n eso el volantiano se queda unos segundos pensando para después responder. –Puedes contar conmigo. Después de todo no es como que tenga mucho más que hacer. –Respondio sin ganas.

  Mientras por otro lado pasaba algo parecido con el hermano de Amalia el cual tomaba vino en una botella y empezaría a hablar solo –Amalia, Amalia, Amalita, te lo advertí, lastima que no escuchaste, ahora deberé deshacerme de ti

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